Mientras el precio del combustible baja en todo el mundo, en el país sube
porque los costos de producción son en dólares y el peso se devaluó frente al
billete estadounidense. Esta semana, Nación anunciará oficialmente el aumento
de la nafta, el gasoil y el GNC. El anterior fue en enero, y el impacto de la suba
llegó al 6%.
El ministerio de Energía convocará esta semana a las petroleras para
hablar de incrementos en los importes de los combustibles. Aunque en el
Gobierno Nacional todavía no hubo conversaciones específicas con las compañías,
está decidida una suba, que sería de entre 7% y 8%, según lo conversado entre
funcionarios de la administración actual.
En diciembre, tras el levantamiento del cepo, las refinadoras –YPF,
Shell, Axion, Petrobras, Refinor– pidieron que las dejaran aplicar aumentos.
Eso fue porque el petróleo crudo que compran está valuado en dólares, aunque se
paga en pesos. El Gobierno les autorizó un incremento en enero, que fue de 6%.
Como la depreciación oficial del peso frente al dólar supera el 50%, las
refinadoras entienden que les corresponde aplicar más subas. Hace dos meses, el
ministro Aranguren les dijo que volverían a abordar este asunto durante los
primeros días de marzo. El encuentro del ministro con las petroleras está
previsto para el viernes y las subas en los combustibles llegarían en los
próximos días.
Pero, en esta ronda, el aumento sería superior al de enero. Según datos
que manejan en el Gobierno, el incremento estará más cerca del 8%, aunque puede
que algún producto (como gasoil) termine aumentando algo menos, en torno al 7%.
En el ministerio de Energía están más pendientes de la aplicación del
sinceramiento tarifario en las boletas de energía eléctrica que de las naftas.
La principal preocupación pasa por la tarifa social. No quieren que haya casos
de sectores vulnerables que reciban facturas elevadas. Están dispuestos a
aceptar que la clase media verá importes que serán entre 350% y 700%
superiores.
Las tarifas de las distribuidoras de gas también están atrasadas y la
intención de Aranguren era abordar el asunto lo antes posibles. Pero el
ministro estudia los tiempos para ese anuncio, que no sería inmediato.
Aunque el precio del combustible baja en todo el mundo, en el país sube
porque los costos están en dólares y el peso se devaluó frente al billete estadounidense.
En febrero, las petroleras lograron que el Gobierno nacional y la
provincia de Chubut les paguen una compensación por las exportaciones de crudo.
Las compañías que trabajan en el golfo de San Jorge dicen que trabajan a
pérdida y eso los llevaría a tener que reducir personal.
En esa complicada negociación, Aranguren le expresó a sus interlocutores
que se volverían a ver un mes –primeros días de marzo–para hablar sobre el
funcionamiento de ese convenio, que es de febrero a julio. El Estado nacional
se comprometió a aportar US$ 250 millones para que las petroleras mantengan a
sus empleados en Chubut.
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